La autoestima, es un concepto abstracto que no tiene una única definición. Se trata de aquello que tiene que ver con cómo te sientes contigo mismo/a, con tus capacidades, aptitudes, apariencia, etc. Es decir, es un conjunto de evaluaciones que hacemos sobre nosotros/as mismos/as. Es por ello por lo que ésta, en gran medida, depende de la forma en que uno/a se percibe (lo que se conoce como autoimagen).

En esta percepción, intervienen las experiencias que se han vivido a lo largo de la vida de cada individuo. Por ejemplo, si fuiste o no capaz de hacer aquello que te propusiste,  etiquetas que te han venido puestas desde pequeño/a (“eres listo/tonto, eres guapo/feo…”), el trato que recibiste por parte de los demás, el grado de control que tienes sobre tus emociones (por las consecuencias que puede generar en tu día a día), etc.

Por ende, tener una baja autoestima, puede influir de forma muy significativa en tus logros, tus relaciones de pareja, laborales, familiares, de amistad, etc., en tu autoconfianza, en tu capacidad de decisión y, en definitiva, en tu felicidad.

A continuación se explicarán algunos puntos clave que pueden ayudar a mejorar la autoestima:

• SÉ CONGRUENTE CONTIGO MISMO/A.

Algo que influye enormemente en la autoestima, es la falta de congruencia que se mantiene entre lo que se piensa y lo que se hace: Si algo en tu vida no te gusta, cámbialo. No permitas que algo te atormente de forma continua.

Por ejemplo, si eres fumador/a y ese hábito influye en la forma en que te relacionas contigo mismo/a (cómo te sientes, cómo te hablas, etc.) y con los demás, toma la decisión y deja de fumar.

Esta falta de congruencia te provocará un diálogo interno negativo que influirá directamente sobre tu estado de ánimo, tu autoimagen y tu autoestima.

• TEN UNA ACTITUD POSITIVA.

Mantener una actitud positiva durante todo el día influirá en tu estado de ánimo y, a su vez, en la forma en que percibes las cosas que te van sucediendo.

Es como un ciclo maravilloso. Cuando tu estado de ánimo es bueno, tus interpretaciones sobre hechos, acciones e incluso sobre tus capacidades, también lo son. ¿No te ha ocurrido alguna vez, que has tenido uno de esos días en que te sientes tan contento/a que, aun ocurriendo algún que otro incidente, no te afecta de forma tan negativa como en otras ocasiones?, O por el contrario, ¿has tenido días en los que te sentías tan triste que pensabas que nada te saldría bien, y que aunque te ocurriera algo bueno, todo seguía siendo gris? Esos días en los que estás de mal humor, cualquier tontería, te afectará en exceso. Y viceversa.

Lo cierto es que es mucho más probable que te atrevas con algunos retos cuando tu estado anímico es positivo.

Para lograr esto, empieza por dejar de enfocarte en las cosas que, a tu juicio, están mal para hacerlo en lo que sí está bien. Si miras sólo una cara de la moneda, estás dejando atrás la otra.

• MÁRCATE PEQUEÑAS METAS DIARIAS.

Lo bueno de este paso es que no tienes que lograr grandes hazañas, sólo marcarte pequeñas metas u objetivos que quieras lograr al final del día. Es decir, pequeños logros a corto plazo. Para lograrlo, es necesario escribir por la mañana (y sí, es mejor que te lo escribas porque generarás un mayor compromiso contigo mismo/a y te ayudará a recordarlo) qué quieres hacer a lo largo del día, y cumplirlo. Ya llegada la noche, puedes darte un pequeño premio por haber logrado lo que te propusiste (siempre y cuando este premio no vaya en contra de otros objetivos tuyos más a medio plazo).

Al hacer esto, estarás trabajando sobre tu auto-disciplina y estarás reforzando tu auto-imagen positivamente, percibiéndote como alguien que cumple lo que se propone. También hará que salgas cada mañana motivado/a, lo que influirá notablemente en tu estado de ánimo.

También te animará a plantearte otras metas a medio-largo plazo y a superarte.

• HAZ EJERCICIO Y LLEVA UNA VIDA SANA

Para ello no es necesario que vayas al gimnasio ni que te prepares para una maratón. Si tu estilo de vida es más bien sedentario, procura cubrir algunos de tus trayectos diarios andando a un paso ligero o intenta dedicar media hora al día para ir a dar un paseo. Hacer ejercicio, aunque sólo sean 10 minutos por las mañanas, también ayuda mucho. Esto genera endorfinas, que son las “hormonas de la felicidad” y te ayudarán a mantenerte más activo/a.

• APRENDE A  ACEPTARTE  Y QUERERTE.

Deja a un lado eso de compararte con otras personas, sobre todo si es para sentirte inferior. Cada cual tiene sus fortalezas. Todos somos diferentes. No es mejor un manzano que un cerezo, aunque diferentes, ambos dan sabrosas frutas.

La tarea llegados a este punto, es que trates de identificar tus fortalezas (todos sin excepción las tenemos) y pon tu foco en ellas. Trabaja sobre tus puntos de mejora y date permiso para fallar y equivocarte… al fin y al cabo eres humano/a. No te centres solo en los puntos débiles, pues le harán sombra a tus grandes virtudes.

Espero que estos consejos te hayan sido de utilidad, y puedas ir poniéndolos en práctica para notar cambios positivos en tu vida. ¡Mucho ánimo! Lo importante es no rendirse 😉 .

¡Hasta pronto!

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